Había una vez un circo

Donde los empresarios pretenden contratar a los jóvenes hasta los 30 años pagándoles el mínimo salario posible, sin cotizar a la seguridad social y por lo tanto sin ningún derecho a nada, eso en tiempo de “Kunta Kinte” era esclavitud, ahora lo llaman propuesta para crear empleo, empleo en precario y con fecha de caducidad, en cuanto cumplas 30 años te despido y contrato a otro joven y que siga la rueda, solo les ha faltado pedir “el derecho de pernada”, igual a más de un empresario le encantaría.

Donde el jefe de pista en lugar de estar en su sitio dando la cara y organizando la función ha huido una vez más - ¿y van cuantas? , y esta vez se nos ha marchado a Brasil, que pena que llego tarde al carnaval porque quedaría genial incluso sin disfrazarse, no se conforma con tomarnos a todos por “gilipollas”, por burlarse de todos incluidos sus votantes, que además es cobarde y huye para no tener que dar la cara.

Donde el funambulista de Gandía sigue deslizándose por la cuerda floja de la política, intentando por todos los medios que la ciudad que pretende gobernar no avance ni haga nada para tener una excusa para la próxima campaña electoral, porque claro, si se hacen edificios, si se hace obras públicas, escuelas infantiles, jardines, aparcamientos públicos, ¿Cómo va a criticar a los que mandan?, por lo tanto echando mano de la poca relación que mantiene con el jefe de pista, intenta por todos los medios que nada salga adelante y poniendo todas las trabas posible, lo que no cuenta es con la voluntad del resto de artistas de sacar la función adelante.

Que siga el espectáculo... mañana hablaremos del deporte o mejor de los clubes (¡¡¡ ojo, no de los de carretera ¡¡¡)