viernes, noviembre 13, 2009

Tengo vergüenza

Tengo vergüenza de tener un presidente de la Comunidad Valenciana que en “teoría” me representa a mí y que es un mentiroso compulsivo.


Tengo vergüenza de tener un presidente de la Comunidad Valenciana que es capaz de insinuar que la oposición son unos asesinos, quizás el subconsciente le engañó y es lo que realmente le gustaría hacer a él con todos los que le critican, ya lo hicieron en otras épocas algunos de los que seguramente el sería muy amiguito del alma.


Tengo vergüenza de tener unos conciudadanos que no hacen nada para que este impresentable que reniega de amigos, compañeros de partido y de todo el que le pueda afectar en algo, siga siendo presidente de la Comunidad Valenciana.


Tengo vergüenza

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy mal Camps al ponerse a la altura del gafitas de turno fustrado. Está claro que el sociata ese no tiene otra salida que hacer la oposición que hace, meterse con Camps, con su familia, con su vida privada, con acusaciones infundadas, suposiciones, etc. para intentar ganar unos votos que no va a ganar.

Y sí, coincido con Camps en que ese personajillo le encantaria ver muerto a Camps para auparse al poder, pero no es para decirlo en un Pleno.

Pero también entiendo a Camps que despues de escuchar toda la sarta de mentiras del chorizo ese al final salte y suelte lo que tiene guardado.

Al final todos somos humanos.

Pedro.

Dejalo en mis manos dijo...

Está claro, y hay un refran tipico español que lo resume en un plis plas...se cree el ladron que todos son de su condición...creo que no se puede añadir mas sobre la actuación de Camps...
Y estoy con tigo yo tb siento vergüenza!!!

Anónimo dijo...

Yo creo que ese comentario no fue por el calentón del debate parlamentario.

Es un comentario que vas a allá. Ataca la memoria histórica de aquellos que fueron tratados de esa forma por el bando vencedor y del que ahora quiere apropiarse el Molt Honorable.

Creo que un representante político de todos los valencianos, no debería sobrepasar ciertos límites.

Y sí, hirió la sensibilidad de todos los que perdimos un ser querido sin razón alguna.

Yo no acepto sus disculpas. Yo siento vergüenza.