martes, noviembre 03, 2009

Lo que no vale para el PSPV y si vale para el PP

"CASO CALPE" Y "CASO BLASCO". A finales de noviembre de 1990, Blanca Blanquer (directora general de Urbanismo de Calpe, Alicante) denunció a altos funcionarios de la Consejería de Obras Públicas de Valencia por supuestos delitos de cohecho y maquinación para alterar el precio de las cosas.


Implicados: Rafael Blasco (consejero), Inmaculada Sancho (secretaria general de la Consejería), Rubén Muñoz (arquitecto y portavoz de la Comisión Territorial de Urbanismo de Calpe), José Muñoz (empresario) y Juan José Ortega Gironés (agente inmobiliario).


Al parecer, los acusados presionaron a los empresarios alicantinos Asensi Pastor y Javier García para que pagasen 300 millones por la reclasificación de unos terrenos en Las Salinas de Calpe y también ocultaron el anuncio de subasta en beneficio privado.


A raíz del "caso Calpe", Rafael Blasco fue investigado por otra presunta subasta irregular de terrenos, esta vez en la ciudad valenciana de Paterna ("CASO BLASCO"). Se cree que Blasco alejó a otros postores valiéndose de secretos oficiales y alterando el precio de las cosas.


Otros implicados, aparte de Blasco e Inmaculada Sancho: Juan Manuel Chuliá y José Antonio de Juan (arquitectos), Juan José Esturi (director del Instituto de Vivienda) y Jacques Lacroix (empresario francés e "intermediario" en la entrega de varios millones para decantar a su favor la subasta de los solares de Paterna).


Doctor en Derecho por la Universitat de València, en su juventud militó en la extrema izquierda del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico) de inspiración marxista-leninista. Al finalizar la dictadura, moderó su pensamiento hasta instalarse en la socialdemocracia del PSOE, partido al que se afilió a principios de los 80. Tras su sonada salida de la Generalitat, Blasco se entrega a la causa de impedir una nueva victoria del PSPV. Abre la brecha en La Ribera, con el Partido Independiente Socialista (PSI) y trata de configurar la Convergencia Valenciana. La operación fracasa, pero su conocimiento de los entresijos del partido regionalista de Lizondo le servirá posteriormente para ayudar a Eduardo Zaplana en la aniquilación de Unión Valenciana. Tampoco dudará en poner la información adquirida en su etapa socialista y como consecuencia de su círculo familiar (es cuñado de Cipria Ciscar) al servicio de la causa popular. Su contribución a la ponencia «La España de las Oportunidades» que el ex presidente presenta en el congreso nacional del PP de 1999 y con la que trata de acentuar su imagen de centro, catapulta a Blasco con el sambenito de ideólogo de Zaplana, un papel, sin embargo, que algunos consideran sobrevalorado. «Es verdad que le pasaba papeles, pero nunca formó parte de la toma de decisiones», asegura un ex compañero de Blasco, hoy fuera del Ejecutivo. Desde 1995, Blasco ha participado en todas los programas electorales del Partido Popular.


Rafael Blasco expulsado del PSPV-PSOE por su presunta implicación en casos de corrupción.


Rafael Blasco nombrado portavoz del PP en las cortes valencianas, lo que no vale para unos es perfecto para otros, distintas formas de ver la política o el servicio público o para uno mismo.


Los lectores decidan.

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